Conseguimos que el asunto radica en que llamamos “conocimiento” a toda información que podamos aplicarle el Método Científico, con todas sus etapas, desde la observación hasta la legitimación por parte de la Comunidad Científica Mundial (lo que Elvis define como “su publicación”).
Pero conseguimos que hay otra cantidad de información que el individuo humano ya dispone desde el mismo momento de su concepción. Algunos lo definen como conocimiento “instintivo” o instintos, lo cual pudiera aplicarse principalmente a los animales irracionales, pero aun así, no podemos descartarlos absolutamente del raciocinio humano (llorar, mamar, dormir, los cinco sentidos, etc.), pero tampoco podemos negar la existencia de otros conocimientos “innatos” que son los que en forma natural nos diferencian definitivamente del resto del “Reino animal”; Así tenemos, por ejemplo, la capacidad de aprender y generar nuevos conocimientos; la deducción y la inducción, ya mencionados por Elvis en su artículo. Inclusive “la Inventiva”, “la metodología”, “la sistematización”, etc., que no fueron meros descubrimientos de nuestra naturaleza, sino que ya venían incorporados en nuestra estructura que luego fuimos y aún estamos desarrollando.
Yo di por llamar a ese conocimiento, superior al simple instinto, como “CONOCIMIENTO CROMOSOMÁTICO”, por formar parte de la estructura molecular de nuestros genes cromosomáticos, sabido ya que estos componentes celulares contienen cadenas de información que no sólo son transmisibles a los nuevos seres, sino que además generan la “copia” adecuada del nuevo ser de nuestra misma especie. Cadena de información llamada por los Biólogos como ADN (Adenosín Ribonucleico). Lo cual, Filocrónicamente es un fenómeno iniciado pero no culminado aún.
Deseo dejarles esta inquietud especialmente a nuestros colegas científicos del área de la Biología, para investigar acerca de estos aspectos. Luego de las comprobaciones adecuadas, pudiéramos, tal vez, si es posible, re-encadenarnos al hilo del conocimiento científico existente en los cromosomas de nuestros ascendientes aborígenes Mayas, Incas o Aztecas.
Bienvenidos todos los comentarios posibles (en pro o en contra).
Nelson E. Rivas Zambrana, 12-11-2015, Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario