La evolución es el desarrollo gradual, crecimiento o avance de las cosas o de los organismos.
La evolución filocrona (EF) es el principio que reduce todos los cambios a evolución (perceptible) y a duración (imperceptible). La EF está presente en todos los sectores de la realidad, natural y social.
Hay dos clases de EF: la exterior y la interior. La EF exterior puede ser monótona y variable. La EF interior son los cambios que experimenta la materia a nivel atómico y subatómico.
Ejemplos de la EF monótona son: los latidos del corazón, la corriente de un río, etc. Ejemplos de la EF variable son: el vuelo de las aves, la conducta humana, la formación de nubes, etc.
Pensemos en una película. La película tiene una evolución y una duración (tiempo). Percibimos la evolución, pero no la duración.
La medida del tiempo o duración es puramente matemática. Diferentes al tiempo son, por ejemplo, la longitud (vemos un metro) y la masa (sentimos un kg).