En el no-tiempo no hay movimiento, nada cambia, todo se paraliza. Un observador en el no- tiempo, además de que no podría moverse, no podría ver ni escuchar, porque la luz y el sonido estarían congelados.
El tiempo es la propiedad inherente de la materia de moverse y cambiar limitado por un inicio y un final (intervalo). Negar la existencia del tiempo es negar que el universo se mueve y negar también su evolución de miles de millones de años.
La duración o edad es la medida del tiempo. Un día significa y representa todo el proceso que conlleva el movimiento de rotación de la Tierra. Por analogía, un triángulo representa a todos los objetos que tienen esa forma.
Sabemos de la existencia del tiempo por sus tres aspectos esenciales:
1) Cambios y movimiento continuos e irreversibles.
2) Intervalos secuenciales con un inicio y un final. Son objetivos e imperceptibles. Por razonamiento inferimos que entre el inicio y el final hay una línea secuencial cuya longitud puede medirse. Esta línea secuencial es parecida a la barra de progreso de los vídeos.
3) Fenómenos periódicos y repetibles (medidas).
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Elvis Sibilia, Florida, USA
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