POSTULADOS DE LA FILOCRONIA
Primero: En el tiempo solo hay un marco de referencia.
La duración se mide con respecto a un momento en el pasado.
Todos los observadores están en el presente. No hay un observador en
el pasado o en el futuro que tenga una medida diferente.
Segundo: La velocidad afecta los relojes, no el tiempo.
Un cambio en el tiempo es, por ejemplo, 10 segundos en el pasado o
10 segundos en el futuro. Los relojes del GPS están siempre en el presente.
Tercero: La velocidad no afecta la longitud.
La velocidad afecta la percepción del observador relativo.
Elvis Sibilia
La Filocronìa (del Griego filo: amor y khronos: tiempo) es la ciencia que describe la naturaleza del tiempo, demuestra su existencia y nos enseña a visualizarlo. De acuerdo a su duración las cosas se clasifican en: Eternas, perdurables, perecederas, efímeras, fugaces e inexistentes. El concepto de Filocronia fue ideado el 13-03-2009, el de Dualidad cambio-intervalo el 5 de Marzo de 2016 y el de Magnitivo el 16 de Septiembre de 2017.
LA CRONOPEDIA SIBILIA: Con el paso del tiempo y el interés de los usuarios este blog ha devenido en una enciclopedia cuyo contenido principal es sobre los conceptos de: tiempo, devenir, duración y espacio. También contiene las ideas y pensamiento de Heráclito de Éfeso, Parménides de Elea, Aristóteles, Galileo Galilei, Isaac Newton, Immanuel Kant, Charles Peirce, Albert Einstein, Henri Bergson, Martin Heidegger, Julian Barbour, Paul Davies, José Ignacio Latorre, Lee Smolin, Bradford Skow y David Eagleman. Puede realizar su búsqueda ingresando una o varias palabras en la casilla que está colocada arriba a la izquierda del blog. Esta es la INTERFAZ MULTIMEDIA DEL TIEMPO.
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vivencias del "tiempo"
ResponderEliminar11 de noviembre del año 2017
La cuestión del tiempo
“Nosotros los de entonces ya no somos los mismo” Pablo Neruda
Recién viendo el final de esa película, donde en las fiestas de fin de año todos brindan felices y cada una de las relaciones planteadas se van concretando de la mejor manera, nació del fondo de mí un deseo para el próximo fin de año. Había estado una hora y media viendo un episodio en el que se resuelven favorablemente conflictos y situaciones amorosas, y eso abrió la puerta de mi alma a desear la resolución favorable de mi situación amorosa para este mi próximo fin de año. Y pedí a Dios ese deseo.
Inmediatamente recordé, la última vez que una película me hizo darme cuenta de lo que estaba sintiendo. Fue hace alrededor de 4 años, y al ver una serie de escenas en las que han logrado muy bien reflejar un amor verdadero entre un hombre y una mujer, sentí que eso era real y que nunca yo, con cuarenta y cinco años, lo había sentido. Ese día también nació un genuino deseo del fondo de mi alma, el deseo de enamorarme. Si bien fue sumamente triste el reconocimiento de no haber estado jamás enamorada, eso ya no importaba, era una realidad pasada y además vivida en la inconsciencia o en el autoengaño durante ese tiempo. En aquel entonces mi presente, me estaba dando cuenta y comenzaría a perseguir desde allí mi deseo. Y vaya que he avanzado, y vaya que he hecho cambios y vaya que he tenido nuevas experiencias.
Pero también me di cuenta hoy, al despabilarme reconociendo mi deseo más profundo, que estaba como estancada en este último tiempo, deseando volver a lo que fui, sin poder ver quien soy hoy y dónde estoy.
La conciencia del “hacia donde” me arrancó del estancamiento en el pasado, me dio consciencia del ahora y me puso en marcha.
Hoy entonces, comienzo a recorrer el camino que me llevará a concretar de mi nuevo deseo, y recobra sentido el mirar atrás y ver desde donde he venido, pero sólo para continuar hacia donde voy.
Tal vez lo que nos confunde y no nos permite ver que avanzamos (aunque inexorablemente avanzamos), es que nos miramos a nosotros mismos con la pasada de moda idea de lo que fuimos, o con la ilusión de lo que queremos ser. No nos miramos tal como somos hoy y donde estamos. Tal vez será porque los mojones en el camino, en los que parecería que estacionamos y nos ponemos a reconstruí la imagen de nosotros mismos, nos llevan un espacio de tiempo concreto, y una vez que logramos tener la foto, nos gustaría quedarnos a vivir allí. Esa es la trampa peligrosa, dado que ya no somos lo que éramos al comenzar a pensarnos. El mismo hecho de tener presente esa nueva idea de lo que somos, ya nos cambió.
Hay un tango que dice “yo soy así, que voy a hacer, nací buen mozo y embalado para el querer”. En esa frase hay un mal uso del tiempo verbal, si está hablando de cómo nació, debería decir “yo era así, que iba a hacer…”, porque en ningún momento de nuestra vida somos lo que fuimos al nacer. En ningún momento de nuestra vida somos lo que fuimos. Y esto creo que sobre todo es esperanzador, nos abre a la posibilidad de cambiar, nos abre a la esperanza … siempre que tengamos tiempo por delante.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias Rosario por compartir tus sentimientos originados a partir de la pelicula La cuestion del tiempo. Yo no la he visto.
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